Cada mañana, cuando bajo desde Tomares a la Facultad, no puedo evitar una gran desazón cuando contemplo las largas filas de coches contaminando el aire de nuestra Sevilla.
A los políticos les gusta mucho hablar del respeto al medioambiente, pero luego no hacen nada.
El teleférico es un proyecto que nos hace congraciarnos con la política a aquellos que creemos en que un futuro mejor y más limpio es posible.
No sé cuál será la respuesta de la Junta de Andalucía a este proyecto caído del cielo, pero lo que sí espero es que su respuesta sea afirmativa. Con ella nos harían más felices a los que nos sentimos ecologistas y demostrarían que cuando hablan de sostenibilidad lo hacen en serio.
Mientras tanto, enhorabuena a su impulsor, José Luis Sanz, con propuestas tan valientes como el teleférico seguro que tendrá el respaldo de muchos jóvenes. El mío seguro.
Elena Campos.
Vicesecretaria de Comunicación interna.
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