Los medios de comunicación nos tienen acostumbrados a publicar casi a diario noticias acerca de los sueldos escandalosos de algunos políticos, que parecen no tener claro que a lo público se va a servir, y no a servirse de lo público.
El caso de José Luis Sanz resultó paradigmático, ya que una de las decisiones que adoptó en el primer Pleno municipal que presidió fue rebajar el sueldo de cada concejal del Equipo de Gobierno en 6.000 euros brutos. Una cantidad nada desdeñable que a cualquiera le vendría bien, pero tanto el alcalde de Tomares como el resto de concejales del Partido Popular en Tomares prefirieron renunciar a una parte importante de su sueldo por el bien del municipio.
Además, se da el caso de que el alcalde de Tomares no percibe salario del Ayuntamiento local, dada su condición de diputado autonómico, de manera que es la Administración andaluza y no la municipal la que corre con sus honorarios, que son los mismos tanto para los de un signo que para los de otro. No obstante, una vez que el Partido Popular llegó al Ayuntamiento en Tomares se produjo esta reducción salarial, lo que reportó a las arcas municipales un ahorro de unos 150.000 euros anuales, que después de cuatro años han sido 600.000 euros, unos cien millones de pesetas. No está mal.
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