Tomares carecía de un vehículo oficial de protección civil, contaba con un servicio fantasma, el cual solo aparecía en los papeles, pero que ni tenía voluntarios ni estaba dotado de ninguna forma para que pudiese llevar a cabo su función.
Por otro lado, la antigua Alcaldesa socialista contaba con un vehículo blindado, pagado por los tomareños para que ella pudiese desplazarse a su antojo.
Llegó José Luis Sanz y renunció a este vehículo oficial para cedérselo al servicio de protección civil, de este modo este coche se convertía en el coche de todos y así hemos podido ver como los voluntarios del servicio podían realizar su labor, ya sea acompañando a la Hermandad del Rocío de Tomares, acompañando a vecinos al medico, que de otro modo no podrían haberlo hecho o simplemente realizando actividades de vigilancia en la feria.
Alejandra García Bruno.
Presidenta de Nuevas Generaciones.
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